La reseña ("sin spoilers, sin verdad absoluta") de lo ultimo de Universal:
Cuando la primera entrega de este “revival” de los clásicos seriales de terror de los años 40’ apareció, el personaje de Rick O’Connell (Brendan Fraser) parecía tener los elementos indicados para ser un genuino candidato a calzar los zapatos de Indiana Jones (desconociendo por supuesto que el héroe de la fedora volvería unos años después) y con esta tercera parte de la serie, “Ricochet” O’Connell revitaliza esa sensación. De la mano de Rob Cohen (o sea, una mano cargada al tema acción) y con la atenta supervisión de Stephen Sommers (director de las otras dos entregas), "La Momia: Tumba del Emperador Dragón" (largo titulo) entrega totalmente lo que promete: aventuras, viajes, persecuciones en exóticas ciudades y paisajes, además de las obligadas referencias a las otras partes de la trilogía y al genero en general (por un momento casi veo a Short Round corriendo por las calles de Shangai). Sin entrar en mucho detalle para no arruinar el plato, la historia nos pone al día con un O’Connell retirado y una Evey que ha gastado su tiempo en relatar sus aventuras con los No-Muertos, mientras Alex (el retoño familiar responsable de la resurrección del Rey Escorpión) es ahora un aventurero de tiempo completo que una vez más se topara con los artefactos y seres de leyenda de turno (de motivo oriental esta vez) encargados de traer al grupo de vuelta a escena para hacer lo que mejor sabe: repartir espadazos y balazos a diestra y siniestra.
Podríamos decir que esta Momia es algo así como “Cazadores del Arca Perdida meets La Casa de las Dagas Voladoras”, con sus correspondientes dosis de acción, ejércitos épicos y efectos especiales. Resulta refrescante contar con la presencia de dos monstruos del genero épico oriental, Jet Li (“Heroe”) y Michelle Yeoh (“El Tigre y el Dragón”), aunque siempre se desea verlos más en pantalla. Pero sin duda lo que resulta más interesante es ver como esta serie se abre a nuevos rumbos y deja claro que la marca de “La Momia” puede ser explotada infinitamente en el futuro (incluso sin contar con... bueno... la Momia). La banda sonora está a la altura del reto, aunque sin ese brillo especial que Alan Silvestri entregó a las anteriores versiones. La fotografía y el guión también se hacen un poco al lado para servir netamente a la acción, algo que no sorprende al ver quien dirige, y que es a fin de cuenta lo que queremos ver.
En resumen, no esperes encontrar la respuesta a las preguntas de la vida (ni tampoco un gramo de exactitud histórica) y tendrás una sana, ligera y divertida película de aventuras cargada de acción y tal vez demasiados chistes de momias. Eso, y la ausencia de Rachel Weisz (que se siente, perdónenme por ser un fanático de la continuidad) serían los puntos bajos de lo que son amenos 112 minutos que nos hacen sentir que este genero que vio su esplendor en los 80’ aún vive por ahí, entre nosotros.
Así que ya lo saben. Y para terminar, no se olviden de participar en el concurso que tenemos en Canalghost, y por supuesto gracias a UIP por este vistazo totalmente exclusivo de la película, todo esto solo para Uds.
El consejo final de siempre: no importa lo que lea, no importa lo que escuche. VEA. Sean sus propios críticos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario