En caso de que no la conozcas (¿dónde has estado?), aquí un pequeño resumen para calentar motores con lo que se viene:
El comic cuenta la historia de un hombre fatalmente ordinario y común que un día cualquiera descubre que es el heredero de uno de los asesinos más letales y legendarios del mundo. Reclutado por una sexy y mortal colega de su padre llamada solo “The Fox” (una suerte de homenaje a Gatubela en el comic, interpretada en la película por la igualmente sexy Angelina Jolie), el ordinario oficinista tendrá que decidir entre el conformismo de su vida común o abrazar su legado y entrar a un mundo de violencia y locura, uniéndose a una cofradía secreta llamada La Fraternidad.
Esa es la base que toma la película del comic, pero luego toman caminos diferentes. En la historieta, La Fraternidad es una asociación de los más grandes y mortales Supervillanos del mundo, donde Millar homenajea a clásicos malhechores del universo de los comics como El Pingüino, El Guasón y El Acertijo. Estos diabólicos villanos vencieron a los Superhéroes del mundo hace décadas, modificando la realidad para hacerla gris y violenta, y donde sus mortales enemigos no son más que una ficción de revistas en la mente de sus habitantes. Aquí, el héroe (ahora “anti-héroe”) de la historia se somete a un brutal entrenamiento para convertirse en el más poderoso agente de esta insana alianza. La película toma esta premisa (llamada por algunos la “Watchmen” de los Supervillanos) y la modifica para “aterrizarla” un poco (y de paso ahorrarse un par de demandas por derechos de autor) convirtiendo a La Fraternidad en una agrupación de asesinos al servicio del Destino, marcados para cumplir sus designios sin importar su crueldad. Aunque el desarrollo de la historia fue cambiado, la película busca mantener los niveles de acción y violencia que hicieron famosa a su contraparte impresa, aderezados con un reparto de primera y audaces peripecias visuales que (por lo que se ha visto) prometen.